Relato de la espectacular persecución de los buques alemanes por todo el Mediterráneo, por parte de las flotas francesas y británicas.
En los primeros días de la Primera Guerra Mundial, un crucero de batalla (SMS Goeben) y un crucero ligero (SMS Breslau) de la Kaiserliche Marine vieron cómo se sumaban cañones enemigos en el mar, y las órdenes del almirantazgo alemán les ataban muy en corto. Su comandante, el Almirante Wilhelm Souchon, jugó muy hábilmente contra los elementos utilizando las bazas que el destino le ofrecía, incluidas las diplomáticas.
Gran parte del futuro de la guerra en 1914 dependía de lo que hiciesen solo dos buques alemanes en un mar dominado por los Aliados.
Te lo cuenta 🦕 Antonio Gómez.
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