El hielo ártico se derrite, y da paso a una nueva zona de conflicto con dos factores principales: el estratégico tránsito naval por la costa rusa, que acorta un 40% el viaje de Asia a los puertos centroeuropeos; y la explotación de la inmensa riqueza en materias primas como oro, diamantes, materiales raros, gas y petróleo, cada vez más accesibles.
Rusia está moviendo sus fichas desde el 2007, construyendo a toda velocidad rompehielos nucleares para el transito de la Ruta Ártica. Además, ha consolidado su Mando Táctico Norte con nuevas bases militares y asignando nuevas unidades militares.
También China está subvencionando impresionantes instalaciones en Siberia para que su flota mercante pueda transitar por una ruta más corta y por mares no controlados por rivales comerciales. Es lo que llaman la Ruta de la Seda Ártica.
Estados Unidos, Canadá y sus aliados intentarán contrarrestar ese nuevo teatro de operaciones tanto comercial como militarmente desde Noruega o Groelancia.
Las piezas están de nuevo sobre el tablero, pero esta vez en una zona inhóspita y difícil de operar, pero con un pastel demasiado grande como para dejar pasar la oportunidad.
Las actuales dinámicas de poder del Ártico son objeto de la tertulia de geopolítica entre 🌍 María Vázquez, 🌍 Antonio Gómez y 🌍 Dani CarAn.
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